Hoy hablaremos de las pistolas clavadoras y más concretamente de las clavadoras de un material duro y resistente como es el hormigón.
El clavo es una pieza clave en muchas obras, por ello, surgió la necesidad de crear una herramienta que a diferencia de nuestra mano, fuera capaz de otorgar la fuerza necesaria para insertarlo dentro de la superficie deseada, y que además nos permitiera clavar muchos clavos, sin perder mucho tiempo, en instalaciones de pisos, talleres, etc.
Por eso, la clavadora o “pistola de clavos” se ha convertido en una pieza fundamental para muchos.
Un poco de historia…
La primera clavadora data de finales de los años 40 y funcionaba con aire comprimido.
Poco tiempo necesitó para demostrar sus ventajas en la construcción de revestimientos para pisos y subsuelos, ya que tenía capacidad para alojar unos 500 clavos y podía disparar 60 clavos por minuto.
Desde entonces, la clavadora ha seguido evolucionando y a día de hoy encontramos un amplísimo número de modelos, con diferentes diseños y prestaciones, que nos permiten clavar desde en finos paneles de madera hasta en bloques de hormigón.
¿Cómo funciona?
Su uso es muy sencillo, aunque debes respetar unas sencillas normas de seguridad para evitar accidentes laborales.
Para hacer funcionar una pistola clavadora, primero debemos cargarla con una tira de clavos o una bobina de clavos. En el extremo del cartucho hay un tambor que aloja el percutor (también llamado “pistón”), de manera que un resorte ubica el primer clavo de la tira/bobina delante de este percutor.
Cuando conectamos la herramienta al suministro de energía y presionamos el gatillo, ese primer clavo se expulsa a gran velocidad del tambor y penetra completamente en el material a sujetar.
La mayoría de las clavadoras incorporan un sistema de seguridad por el cual el clavo se expulsa únicamente cuando la zapata se presiona contra la superficie del material antes de pulsar el gatillo. Esto impide que la herramienta se dispare accidentalmente y pueda causar lesiones.
Hoy me gustaría detenerme en hablar de la clavadora de Hormigón sin escobillas XR 18V con 3 velocidades de Dewalt.
Esta clavadora ofrece al usuario, entre otras muchas ventajas: mayor autonomía, preparación más rápida para trabajar, menos retroceso y más durabilidad al disparar clavos cortos.
Su funcionamiento mecánico, SIN gas, ofrece un rendimiento constante a temperatura entre -20º y 50ºC y una mínima necesidad de limpieza y reparación, así como un ahorro significativo en los costes de mantenimiento.
Además, esta herramienta ha sido diseñada sin cable, lo que permite trabajar sin molestias, más cómodamente y sin riesgos para mayor seguridad puesto que en cualquier momento, el usuario puede bloquear la máquina y así evitar accidentes con el disparador.
No lo pienses más, compra aquí la Clavadora Hormigón DEWALT sin escobillas XR 18V DCN890N