Hola a todos los lectores del blog de Promoherramientas. Hoy les vamos a hablar de los Equipos de Protección Individual (EPI) y de lo importante que es el uso de estos equipos al realizar un trabajo. Les vamos a explicar que es un EPI, cuáles son los elementos de protección personal, las categorías en las que se dividen, cuándo debe utilizarse, qué condiciones debe de cumplir, cómo se selecciona y las obligaciones del empresario y trabajador.
¿Qué es un EPI?
Se entiende por “equipo de protección individual o EPI” cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Analizando todos los términos de esta definición, podemos comprender mejor a qué nos referimos:
– “…equipo destinado a ser llevado o sujetado…”
La mayoría de los EPI son llevados por el usuario (calzado, ropa, casco, gafas etc), pero existen determinados tipos que son sujetados, como, por ejemplo, las pantallas de soldador de mano.
– “… por el trabajador…”
Nos referimos sólo a los EPI utilizados por el trabajador en el lugar de trabajo. En principio, debe ser para uso personal aun cuando pueden darse situaciones en las que, adoptando las correspondientes medidas higiénicas, pueden ser usados por más de una persona.
– “…para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud…”
El EPI se emplea para la protección del trabajador. En general, este equipo constituye una barrera o escudo entre una o varias partes del cuerpo y el peligro, de modo que proteja al trabajador frente a un posible riesgo o evite o disminuya los daños derivados de un accidente. Un casco impide que un objeto golpee directamente la cabeza, unos guantes de protección química suponen una barrera entre la piel y la sustancia química, un ocular filtrante contra radiaciones evita que se dañen los ojos, etc.
¿Cuáles son los elementos de protección individual?
- Protección a la cabeza. Casco.
- Protección de los ojos y cara. Gafas o pantalla facial.
- Protección de oídos. Cascos.
- Protección de las vías respiratorias. Mascarilla.
- Protección de manos y brazos. Chaqueta ignífuga.
- Protección de pies y piernas. Zapatos de protección y pantalones ignífugos.
- Cinturones y arneses de seguridad para trabajos en altura.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social divulga y promociona la seguridad y la salud en el trabajo, este Ente público ha actualizado un espacio sobre los Equipos de Protección Individual (EPI), desde Promoherramientas apoyamos para contribuir a la mejora de las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores.
El uso de los EPI en el lugar de trabajo se aplica a dos reales decretos, transposiciones de sendas Directivas de la Unión Europea, el Real Decreto 773/1997 (Directiva 89/656/CEE) relativo al uso de los EPI y el Reglamento (UE) 2016/425 relativo a su comercialización.
En este blog, pretendemos dar respuestas organizadas a las necesidades de información y asesoramiento en relación con la selección y uso de los EPI para la protección contra los riesgos laborales en el lugar de trabajo.
Hay situaciones en las que el EPI está diseñado para proteger de varios riesgos que pueden ocurrir simultáneamente, por ejemplo, las orejeras acopladas a cascos de seguridad o unas gafas de protección frente a radiaciones e impactos.
El trabajador usa el equipo para protegerse a sí mismo y no a terceras personas. Los equipos de protección empleados para proteger a personas distintas de las que los llevan no son EPI. Por ejemplo: ropa o mascarillas utilizadas en determinados sectores sanitarios para evitar contagios de personas o ropa o guantes utilizados por manipuladores de alimentos para proteger los alimentos.
Sin embargo, cuando el uniforme de un determinado colectivo incorpore algún tipo de protección específica contra un riesgo que pueda amenazar su seguridad y su salud, dichos uniformes serán considerados EPI. Por ejemplo: ropa del personal de los servicios de jardinería que lleven elementos de alta visibilidad.
¿Cuándo debe utilizarse?
Los equipos de protección individual (EPI) deben utilizarse cuando existan riesgos para la seguridad o salud de los trabajadores que no hayan podido evitarse o limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas de organización del trabajo.
En general, la decisión de utilizar un EPI debe estar precedida de la preceptiva evaluación de riesgos, ya que a partir de sus resultados se determinará el conjunto de medidas y actividades preventivas que deben realizarse para eliminar o reducir y controlar dichos riesgos. En la planificación de estas medidas, se tendrán en cuenta los principios de la acción preventiva por lo que la adopción de medidas técnicas de protección colectiva y/u organizativas debe anteponerse a la protección individual. Si esas medidas no fueran suficientes, se utilizarán los EPI como última barrera de protección entre la persona y el riesgo.
En todos aquellos puestos de trabajo en los que deban utilizarse EPI, deberán quedar debidamente documentados todos los datos relativos al riesgo y al EPI seleccionado, así como del responsable de la selección y control de estos. Dicha documentación estará a disposición de la autoridad laboral, trabajadores y sus representantes y servicio de prevención o trabajadores designados, en su caso.
¿Qué condiciones debe de cumplir?
Los EPI deben:
1.- Proporcionar una protección eficaz frente a los riesgos que motivan su uso, sin suponer por sí mismos u ocasionar riesgos adicionales ni molestias innecesarias. Para ello deberán:
– Responder a las condiciones existentes en el lugar de trabajo.
El EPI debe adecuarse a las condiciones del lugar de trabajo en el que puede ocurrir la exposición, tales como temperatura (calor o frío), humedad ambiental, concentración de oxígeno, atmósferas explosivas etc.
Además, al referirnos al lugar de trabajo también hay que incluir las condiciones relativas al desarrollo de la tarea específica de manera que se tendrá que tener en cuenta el esfuerzo físico que el trabajador debe realizar, el periodo de tiempo durante el que debe llevarse el EPI, las necesidades de visibilidad y comunicación, etc. De esta manera se evita introducir nuevos riesgos por causa del uso de EPI, como, por ejemplo, el golpe de calor ocasionado al utilizar un equipo que impide la transpiración en un ambiente caluroso y húmedo.
Por ello, además de incidir en las prestaciones del EPI, hay que definir las condiciones en que estos van a usarse para evitar un riesgo por su utilización.
– Tener en cuenta las condiciones anatómicas y fisiológicas y el estado de salud del trabajador.
Por su propia definición, el EPI es para uso individual y debe por tanto adaptarse a la persona que lo usa. Por ello, para su selección, hay que tener en cuenta los aspectos ergonómicos, las características morfológicas y el estado físico, además de la salud del trabajador que lo debe llevar.
A continuación, se exponen algunas de estas consideraciones.
- Talla y diseño
- Trabajadores especialmente sensibles
- Trabajadoras embarazadas
- Personas con discapacidad física
– Adecuarse al usuario, tras los ajustes necesarios.
El EPI debe adaptarse correctamente al usuario ya que un mal ajuste puede implicar una disminución de la protección ofrecida por el equipo e incluso la inexistencia de protección a pesar de ser llevado. Por ejemplo: en el caso de la protección respiratoria, la eficacia del equipo se basa en un correcto ajuste a la cara del portador de manera que la protección puede quedar anulada si existen circunstancias que interfieren con su estanqueidad, tales como la existencia de barba, estructura facial particular, etc.
2.- Ser compatibles (si hay que usar varios a la vez)
Cuando se pretenda proteger al usuario frente a varios riesgos o distintas partes del cuerpo y se requiera para ello la utilización simultánea de varios EPI, hay que prestar una especial atención a la adecuada compatibilidad de los mismos de manera que, cuando se utilicen conjuntamente y estén correctamente ajustados, su grado de protección sea el previsto al diseñarlos y no generen riesgos añadidos. Es muy importante seguir las instrucciones del fabricante acerca de la compatibilidad entre equipos cuando existan. Por ejemplo: ciertos tipos de mascarillas y gafas de protección no pueden llevarse a la vez porque su uso simultáneo impide el ajuste correcto de al menos uno de ellos.
En general, habrá que prestar atención y advertir de la necesidad de considerar cuidadosamente la compatibilidad de los EPI de protección de la cabeza, ojos y cara y respiratorio cuando deban usarse simultáneamente.
3.- Cumplir con las disposiciones sobre diseño y fabricación en materia de seguridad y salud que le afecten. En este sentido, la legislación aplicable será, en la mayoría de las situaciones, el Reglamento (UE) 2016/425 y en base a él llevará el correspondiente marcado CE.
¿Cómo se selecciona?
Una vez tomada la decisión de utilizar un equipo de protección individual en un puesto de trabajo concreto, por no conseguir reducir el riesgo a niveles tolerables mediante la adopción de medidas técnicas y/o organizativas, el empresario debe proceder a definir el equipo que se propone proporcionar.
Las actuaciones que deberán llevarse a cabo en la selección del EPI se muestran en el siguiente párrafo, donde a su vez se referencian los correspondientes puntos del Real Decreto 773/97:
Los pasos a seguir para la selección del EPI no tienen por qué tener un orden fijo, riguroso y cerrado, sino que se debe realizar la selección del EPI mediante una interacción y retroalimentación entre los distintos apartados hasta conseguir la protección efectiva que se necesita. Analizando con conocimiento lo que hay disponible en el mercado se consigue información que puede hacer que sea necesario replantear la caracterización de los riesgos que motivan el uso de los EPI y la correcta definición de los necesarios. Además, se debe tener presente que la protección ofrecida por los EPI es siempre limitada.
En todo caso, la selección del EPI debe considerarse como el primer paso de un proceso continuo que incluye el correcto uso, cuidado y mantenimiento del equipo, así como la formación e información y supervisión de los trabajadores.
El equipo de Promoherramientas agradece a los lectores el interés que depositan en leer los artículos que publicamos en nuestro blog.
Esperamos que les haya gustado esta publicación y que les sirva de ayuda en las futuras compras de los productos que ofrecemos y ofertamos. Un saludo y, ¡hasta la próxima!