El catálogo de herramientas disponibles para trabajar la madera o realizar labores de bricolaje supone un universo en sí mismo.
Existen artilugios de lo más variopintos, pero absolutamente todos están diseñados para cumplir una función específica que garantice un resultado excepcional.
De entre esta amalgama de herramientas de carpintería destaca el formón, un instrumento pensado para la realización de pequeños cortes sobre la madera sin necesidad de emplear otros aparatos como sierras o cortadoras, que son mucho menos manejables para esta labor. Si buscas información acerca de las prestaciones que puede ofrecerte este artilugio y sus principales características, ponte cómodo porque hoy vamos a profundizar en las virtudes del formón para madera.
Características del formón
Se trata de una de las herramientas más útiles a la hora de dar forma, pulir y trazar detalles de forma precisa y segura sobre una superficie de madera. La estructura de un formón básico se compone de dos partes principales.
Por un lado, se encuentra la hoja, generalmente de una aleación de hierro con otros elementos o directamente de acero. Su forma es larga y delgada, terminando en una boca muy afilada, pero tan solo por una de sus caras.
De esta forma al aplicar fuerza sobre la madrea, la hoja se desliza con facilidad permitiendo al usuario obtener el mejor resultado, ya que de contar con filo por ambos lados sería más complicado maniobrar y dar en el punto exacto que necesitamos.
La otra parte es el mango.
Antes eran muy comunes los formones con un mango de madera, pero la industria del bricolaje ha avanzado y para facilitar un mejor agarre, cada vez son más comunes los mangos de plástico o metal. Dependiendo del uso que vaya a darse al formón, conviene decantarse por un tipo concreto de mango. Por ejemplo, si vamos a trabajar sobre una pieza pequeña y delicada, el mango de madera sigue siendo una opción más que recomendable, mientras que en trabajos de carpintería en los que necesitemos rebajar una madera la opción de metal o plástico será la mejor para evitar magulladuras en la palma de la mano.
Tipos de formón para madera
Al igual que la mayoría de las herramientas, los formones pueden clasificarse en manuales y eléctricos. El clásico de toda la vida y el más vendido en la mayoría de las ferreterías y tiendas online es el manual. Se trata de la modalidad que todo carpintero y manitas emplea regularmente.
Las medidas de la hoja y el filo varían dependiendo de la finalidad para la que esté diseñado el formón. Al igual que con el mango, estas medidas cambiarán según las necesidades del profesional. Los formones manuales tienen una durabilidad bastante alta y son de las herramientas que más tiempo tardan en perder el filo.
Los eléctricos por su parte son menos populares, pero igualmente efectivos. Se trata de una variante relativamente moderna, y al igual que muchas otras herramientas mecanizadas, pueden funcionar enchufados a la red de luz o manejarse con una batería. Sin embargo, muchos profesionales de la madera coinciden en que su uso es bastante limitado. Debido a que una de las principales funciones de un formón es trazar pequeños detalles o dar forma, muchos usuarios descartan empelar esta variante eléctrica.
Al ser un instrumento considerablemente más grande que el manual, resulta más aparatoso de manejar e impide maniobrar con soltura en determinadas circunstancias. Sin embargo, esto no le resta utilidad al formón eléctrico, ya que a la hora de rebajar piezas más grandes o pulir superficies complejas, puede ahorrarnos mucho tiempo y esfuerzo.
Los más puristas de la carpintería y el bricolaje también establecen una clasificación entre e formones europeos y japoneses. Las diferencias entre ambos modelos residen en el tipo de unión entre hoja y mango.
Mientras que los nipones emplean un espigón para introducir la hoja en el interior del mango de madera, en la versión europea sucede justo al contrario, ya que es el mango el que queda metido dentro de la pieza metálica de la hoja, normalmente a través de una pequeña estructura cónica.
No existe un consenso acerca de qué sistema es mejor, pero varios carpinteros defienden que la modalidad japonesa permite que la unión entre mango y hoja sea más estable, pero a grandes rasgos se trata de una decisión personal a gusto del usuario.
El formón para madera ideal
Ahora que ya sabes identificar las características más importantes que todo formón debe tener, pasemos a recomendarte uno de los mejor valorados por profesionales y manitas. La marca Stanley tiene en su catálogo el denominado Formón Filo Bisealod 125 mm x 6 mm 0-16-870, una herramienta de aleación de acero templado ideal para trabajar sobre todo tipo de maderas. Su mango tiene el grosor adecuado para facilitar un agarre perfecto.
Por si todo esto fuera poco, dispone de un amortiguador que absorbe los golpes, ideal para trabajar de forma cómoda y segura.